Bienvenidos a este nuevo blog creado con el fin de dar a conocer todas las actividades que se realizan en nuestra biblioteca escolar del CEIP Nuestra Señora de los Remedios de Ibros.

jueves, 18 de diciembre de 2014

¡YA TENEMOS GANADORA DEL CONCURSO 
"TERMINA TÚ EL CUENTO"!

FELICIDADES MARÍA NUÑEZ PÉREZ

Gracias a todos por participar.
Ha sido una experiencia enriquecedora para todos, los escritores y los lectores. 
La repetiremos.
El cuento ha quedado definitivamente de esta manera...

En una pequeña ciudad había una sola tienda que vendía árboles de Navidad. Allí se podían encontrar árboles de todos los tamaños, formas y colores.
El dueño de la tienda había organizado un concurso para premiar al arbolito más bonito y mejor decorado del año y lo mejor de todo, es que sería el mismo San Nicolás quien iba a entregar el premio, el día de Navidad.
Todos los niños de la ciudad querían ser premiados por Santa y acudieron a la tienda a comprar su arbolito para decorarlo y poder concursar.
Los arbolitos se emocionaban mucho al ver a los niños y decididos a ser el elegido, les gritaban: ¡A mí...a mí... mírame a mi"

Cada vez que entraba un niño a la tienda era igual, los arbolitos comenzaba a esforzarse por llamar la atención y lograr ser escogidos.
¡A mí que soy grande!...¡no, no a mí que soy gordito!...o ¡a mí que soy de chocolate!...o ¡a mí que puedo hablar!. Se oía en toda la tienda.

Pasando los días, la tienda se fue quedando sin arbolitos y sólo se escuchaba la voz de un arbolito que decía:
A mí, a mi, que soy el más chiquito.

A la tienda llegó, casi en visperas de Navidad, una pareja muy elegante que quería comprar un arbolito.

El dueño de la tienda les informó que el único árbol que le quedaba era uno muy pequeñito.
Sin importales el tamaño, la pareja decidió llevárselo.
El arbolito pequeño se alegró mucho, pues el fin, alguien lo iba a poder decorar para Navidad y podría participar en el concurso.
Al llegar a la casa grande, donde vivía la pareja, el arbolito se sorprendió:
¿Cómo siendo tan pequeño, podré lucir ante tanta belleza y majestuosidad?
Una vez que la pareja entra a la casa, comenzaron a llamar a la hija:
¡Regina!...ven..¡hija!... te tenemos una sorpresa.
El arbolito escuchó unas rápidas pisadas provenientes del piso de arriba. Su corazoncito empezó a latir con fuerza. Estaba dichoso de poder hacer feliz a una linda niñita.
Al bajar la niña, el pequeño arbolito, se impresionó de la reacción de esta.
¡Esto es mi arbolito!... Yo quería un árbol grande, frondoso, enorme hasta el cielo para decorarlo con miles de luces y esferas. ¿Cómo voy a ganar el concurso con este arbolito enano?
Dijo la niña rompiendo en llanto.
Regina, era el único arbolito que quedaba en la tienda. Explicó su padre.
¡No lo quiero!... es horrendo...¡no lo quiero! Gritaba furiosa la niña.
Los padres, desilusionados, tomaron al pequeño arbolito y lo llevaron de regreso a la tienda.
El arbolito estaba triste porque la niña no lo había querido pero tenía esperanza de que alguien vendría por él y podrían decorarlo a tiempo para la Navidad.
Unas horas más tarde, se escuchó que abrían la puerta de la tienda.
¡A mí!...a mí... que soy el más chiquitito. Gritaba el arbolito lleno de felicidad.
Era una pareja robusta, de grandes cachetes colorados y manos enormes.
El señor de la tienda les informó que el único árbol que le quedaba era aquel pequeñito de la ventana.
La pareja tomó el arbolito y sin darle importancia a lo del tamaño, se marcho con este.
Llegando a la casa, el arbolito vio como salían a su encuentro dos niños que gritaban:
¿Lo encontraste papi?..¿Es cómo te lo pedimos mami?
Al bajar los padres del coche, los niños se le fueron encima al pequeño arbolito.
Y.... 
- Pero papa como vamos a ganar el concurso con un árbol tan pequeño - dijo uno de los niños, que era su hijo.
- Hijo,para ganar no se necesita un árbol grande y lujoso,solo se necesita esperanza y decorarlo bien
- Papa tiene razón, solo tenemos que buscar unos adornos bonitos y que nos gusten.
El arbolito feliz de estar hay y no a ver sido devuelto dio saltos de alegría. Después fue toda la familia a la tienda de adornos y compraron unos adornos, navideños y bonitos . Los niños y los padres lo decoraron de una forma especial y bonita.
Los niños no ganaron,pero ellos siguieron felices como siempre, al ver su árbol tan bonito y simpático.
El arbolito se entristeció un poco al saber que no gano aquella familia por su culpa, pero luego se puso muy contento al ver que aquella familia no le importo perder, y los quisieron sin importarle su tamaño ni su anchura. Después de que pasara la navidad, aquella familia no lo tiro, que en cambio los guardo al para el año siguiente.

Esto no significa que no tenga tantos finales como vuestra imaginación desee.
Ratoncitoleotodo

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